
Son el grupo indígena más numeroso que junto a los cabécares se autoidentifican como una solo unidad étnica, al respecto el antropólogo Guevara (2009) agrega que los talamancas están conformados por bribris y cabécares, aunque generalmente son considerados dos pueblos distintos, lo cierto es que comparten la historia, el sistema organizativo y parte de su cosmovisión, condiciones que quedaron registradas por los cronistas desde la conquista.
El pueblo indígena Bribri habita en dos regiones, la Caribe y la Pacífica sur. En la Región Caribe se ubican en la Provincia de Limón, en el Territorio de Talamanca Bribri, Kekoldi y Yorkín (Panamá). En la zona del Pacífico en la Provincia de Puntarenas en el Cantón de Buenos Aires, en los Territorios de Salitre y Cabagra.
En la zona de Talamanca, el idioma lo emplea casi toda la población, no así en la Región de Buenos Aires donde se encuentra mayormente perdido, siendo las nuevas generaciones las que no dominan el idioma, debido a varios factores, entre ellos la educación pública, sin embargo, los nuevos programas en educación indígena buscan fortalecer la lengua autóctona.
Actualmente, el pueblo bribri se estructura en clanes matrilineales, siendo la pertenencia a un clan la que se define por línea materna. En el pueblo bribri no se pueden casar con personas integrantes del mismo clan ya que equivale cometer incesto.
El indígena bribri en donde viva conserva y reproduce la vivienda tradicional, al igual que las actividades artesanales, el sistema productivo y las prácticas curativas tradicionales con el Awá o médico tradicional. Las tradiciones indígenas como curaciones, rituales, baile del sorbon y la junta se mantienen más arraigadas en las comunidades más aisladas.
De acuerdo con Silva et al (2003) a nivel cultural y como resultado de la transculturación e imposiciones de la cultura dominante, el pueblo bribri ha logrado mantener en gran medida el control sobre varios de sus componentes culturales, tales como sus prácticas curativas, idioma, respeto hacia la naturaleza, las chichadas, ritos ceremonias, historia, tradición oral y sitios sagrados como los cerros Namasol, Sulayom, Uyom y Meleruk.

Sobre las tradiciones religiosas y curativas el antropólogo Carballo (s.f) añade que están guiadas por los Awá, personas que estudian durante algunos años los conocimientos de la medicina natural y los diferentes ritos, sin embargo, a las nuevas generaciones se les dificulta ese tipo aprendizaje y poco a poco se ha ido perdiendo, de la misma forma ha afectado la gran cantidad de grupos religiosos y misioneros que han dado una visión asistencialista, además de introducir filosofías religiosas occidentales, por lo que la tradición espiritual Bribri ha caído en desuso.
La destrucción de la naturaleza y la usurpación de los territorios, así como un descontrolado número de iniciativas y políticas desacertadas, han afectado el desarrollo de la cultura material, simbólica y religiosa de esta población, transformado sensiblemente la cultura Bribri y generando una mayor dependencia de la cultura externa. Las formas tradicionales de subsistencia de esta población se han visto presionadas por la frontera agrícola, forzándolos a integrarse en el sistema capitalista de producción, en el mejor de los casos produciendo en sus parcelas, aunque el aumento de la población ha motivado un incremento de migraciones, por lo que la continuidad cultural igualmente se ve amenazada.