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Jugar o practicar deporte también es aprender

La actividad física favorece que los músculos segreguen una proteína que, al llegar al cerebro, beneficia la plasticidad neuronal.

Esta plasticidad se traduce en un aumento del número de conexiones neuronales y sinapsis. 

Según el profesor de la Universidad de Barcelona, David Bueno, tan necesario es aprender a enseñar en las aulas como otorgarle peso al desarrollo y ocio personal.

A través de estas actividades, las personas, especialmente niños, niñas y jóvenes, adquieren una variedad de habilidades, conocimientos y valores esenciales.

Aquí hay algunas razones por las cuales jugar y practicar deportes también son formas de aprendizaje.

(Haga clic en cada razón para ver el detalle)

Aprendizaje social y emocional

Al jugar en grupos o equipos, las personas aprenden a interactuar con sus pares, a compartir, a negociar y a resolver conflictos.

Además, el juego y el deporte también pueden ayudar a desarrollar habilidades emocionales como la empatía, la tolerancia a la frustración y la gestión de la competencia.

Desarrollo cognitivo

Los juegos y los deportes a menudo requieren estrategias, toma de decisiones rápidas y resolución de problemas en tiempo real.

Estas actividades estimulan el pensamiento crítico, la planificación y la adaptación a situaciones cambiantes.

Aprendizaje de reglas y normas

Tanto los juegos como los deportes tienen reglas y normas específicas que deben seguirse.

Aprender y respetar estas reglas enseña responsabilidad, disciplina y comprensión de la importancia de establecer límites en una comunidad o sociedad.

Fomento de la creatividad

El juego y la práctica deportiva a menudo involucran la creación de escenarios imaginarios, soluciones ingeniosas y enfoques creativos para enfrentar desafíos.

Esto fomenta la creatividad y la imaginación.


En resumen, jugar y practicar deportes son formas valiosas de aprendizaje que van más allá de la adquisición de saberes.

Estas actividades brindan oportunidades para el desarrollo integral de las personas, al fomentar habilidades físicas, emocionales, sociales y cognitivas, y al mismo tiempo promover valores importantes como el trabajo en equipo, la ética deportiva y el respeto mutuo.

¿Cómo aprende el cerebro?

La persona estudiante ha de ser agente activo de su aprendizaje. Pero, al igual que queremos que las personas  estudiantes estén activas intelectualmente, también es importante que lo estén físicamente.

Por ello, en la medida de lo posible, es muy ventajoso salir del aula para aprender.

En el mundo de la naturaleza podemos encontrar infinidad de estímulos con distintas formas, colores, movimiento y profundidad.

Esta diversidad de características, sumado a lo beneficioso de hacer vida al aire libre, favorece el aprendizaje eficiente.

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)