
La emoción y la cognición están estrechamente relacionadas y el diseño anatómico cerebral es coherente con esta relación.
La información que captamos viaja primeramente por sistemas como el límbico, la parte primitiva o emocional del cerebro.
Después, es enviada a la corteza, que es la parte más analítica.
La parte más emocional está conectada con estructuras relacionadas con la supervivencia, como la amígdala.
Por este motivo, la amígdala está destinada a consolidar un recuerdo de una manera más eficaz.
Es importante conseguir llegar a esta parte emocional, para que la información permanezca y el aprendizaje sea eficaz.
¿Cómo aprende el cerebro?
Por ejemplo, contar historias es una manera magnífica de activar estructuras subcorticales y aprender mejor.
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