El servicio de alimentación puede tener un gran impacto ambiental debido a la cantidad de residuos generados, el uso de energía y agua, y la elección de ingredientes y productos alimenticios.
Algunas buenas prácticas ambientales que se implementan en el servicio de alimentación son:
Reducción de residuos:
- Uso de utensilios y platos reutilizables o biodegradables.
- Ofrecer opciones a granel o en porciones adecuadas, para evitar el desperdicio de alimentos.
- Implementar un sistema de compostaje o reciclaje para los residuos orgánicos y materiales reciclables.
Elección de ingredientes y productos:
- Priorizar productos locales y de temporada para reducir la huella de carbono del transporte y el almacenamiento.
- Optar por productos orgánicos y certificados que no contengan pesticidas y otros químicos dañinos.
- Evitar la compra de productos sobreenvasados y envasados en plástico.
Ahorro de energía y agua:
- Uso de equipos de cocina eficientes en energía.
- Fomentar el uso consciente del agua y la energía, apagando luces y electrodomésticos que no se estén utilizando.
- Instalar dispositivos de ahorro de agua, como cabezales de ducha y grifos de bajo flujo.
Comunicación y sensibilización:
- Informar al personal que labora en cocina sobre las buenas prácticas ambientales que se están implementando dentro de la operación.
- Educar a las personas trabajadoras y proveedoras sobre la importancia de la sostenibilidad ambiental en la alimentación.
- Promover la participación del personal en la implementación de prácticas ambientales, como el compostaje y el reciclaje.
Implementar estas buenas prácticas ambientales no solo se hace para mejorar el medio ambiente, sino que también puede mejorar la imagen y reputación del establecimiento gastronómico e incluso puede reducir costos a largo plazo.
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