Una de las estrategias más importantes para iniciar una empresa es la de definir el enfoque, en donde se concentran los esfuerzos en lo que se sabe hacer, con el tiempo se va alcanzando la especialización y se puede pensar en negocios complementarios o completamente diferentes a los que se hacen. Además, esta estrategia asiste a nichos de mercado no atendidos o con muy poca oferta de bienes o servicios.

Se debe escoger una idea a desarrollar, basados en la competitividad que se posea, en el conocimiento de las técnicas, tecnologías, procesos y procedimientos para alcanzar esa competitividad.
La competitividad se alcanza gracias a las competencias que se tengan; esta, a la vez, se alcanza con base en los conocimientos formales y no formales que se vayan acumulando con el tiempo y, lo más importante, aplicando lo anterior.