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Normas de BPM y su relación con un Sistema de Gestión de la Inocuidad


Las normas de BPM se aplican a todos los procesos de manipulación de alimentos y son una herramienta fundamental para la obtención de un producto inocuo, saludable y sano.
Estas se articulan con las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y ambas son prerrequisitos del sistema HACCP.


Desde el punto de vista de Gestión de la Inocuidad, las BPM representan una base importante para la implementación del Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP), el cual representa una metodología efectiva para lograr la inocuidad de los alimentos.

Por su parte, tanto las BPM como el HACCP deben funcionar dentro de un proceso de mejora continua.


Ruta de la Gestión de la Inocuidad

En el diagrama a la derecha, se muestra la ruta que debe seguir una empresa para lograr un Sistema de Gestión de la Inocuidad Alimentaria, el cual debe estar sustentado por dos grandes programas: BPM y HACCP.

Las BPM forman parte de los Programas Prerrequisito que se establecen en la implementación del Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) o de cualquier sistema de calidad y mejora continua en la industria alimentaria. Ambos integran el Programa de Gestión de la Inocuidad Alimentaria (GIA).



La implementación de las normas BPM puede seguir el ciclo de Deming o círculo PHVA (Planificar-Hacer-Verificar-Actuar) o espiral de mejora continua. Es muy utilizado por los Sistemas de Gestión de la Calidad (SGC) y los Sistemas de Gestión de la Inocuidad Alimentaria (SGIA).

A continuación, se muestra un video introductorio de las Buenas Prácticas de Manufactura que muestra la relación de estas con un Sistema de Gestión de Inocuidad. ¿Quiere verlo? ¡Haga clic sobre él!




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