- Compromiso de la dirección dando seguimiento a los planes y programas generados, siendo la punta de lanza para la implementación de las Buenas Prácticas de Manufactura.
- Mejorar la infraestructura de la organización por medio de inspecciones periódicas, resolviendo tanto el equipamiento, como la propia edificación: paredes, pisos, luminarias, huecos, desagües, techos.
- Documentar planes y programas que mejoren la higiene tanto de los equipos como del medio.
- Involucramiento del personal para llevar a cabo las tareas y cumplimiento de las políticas.
- Plan de higienización básico que contemple las zonas a limpiar, métodos, personas responsables, utensilios y método de verificación.
- Desarrollo de un Plan de Capacitación para el personal que incluya sus operaciones, manejo de productos químicos, control de plagas, y todos los programas desarrollados, de acuerdo con su intervención.
- Sistema de trazabilidad y retiro de producto que permita la identificación de materias primas y hasta producto terminado.
- Monitoreo microbiológico de medio ambiente, personal, equipos, materias y productos, el cual valide los programas implementados.
Responsabilidad y Compromiso
La responsabilidad se considera una cualidad y un valor del ser humano. Se trata de una característica positiva de las personas que son capaces de comprometerse y actuar de forma correcta. En muchos casos, la responsabilidad viene dada por un cargo, un rol o una circunstancia, como un puesto de trabajo.
En una sociedad, se espera que las personas actúen de forma responsable, ejerciendo sus derechos y desempeñando sus obligaciones como personas ciudadanas. En muchos casos, la responsabilidad obedece a cuestiones éticas y morales.
La implementación de las normas de BPM requiere que cada una de las personas colaboradoras de la organización se responsabilice de cumplir con los procedimientos y requerimientos definidos.