
Son aquellos que por alguna característica especial o particular necesitan un manejo diferenciado, por lo que no pueden manipularse con los residuos ordinarios.
Entre los residuos de manejo especial están materiales de gran tamaño o de gran peso tales como chatarra o residuos metálicos, equipo de cómputo, contenedores presurizados, desechos provenientes de demolición o construcción y maquinaria obsoleta.
En la legislación nacional está definida una lista de residuos de manejo especial, la cual no es suficiente para abarcar la diversidad de residuos de manejo especial que se puede generar en un establecimiento de atención a la salud. Por ello para efectos de este curso se considerarán como residuos de manejo especial tanto los definidos por la legislación, como todos aquellos materiales o residuos no tradicionales que no pueden gestionarse como residuos ordinarios.
Algunos residuos de manejo especial pueden contener porciones de materiales químicos peligrosos, si lo contiene confinado dentro de sí, de manera que al darle manipulación no se está expuesto al riesgo químico, se puede gestionar como residuo de manejo especial. Por ejemplo, una batería o pila, la cual en su interior tiene confinado las sustancias químicas (de naturaleza corrosiva y tóxica), pero que en la legislación se encuentran entre los de manejo especial.
Haga clic aquí para revisar el “Listado de residuos de manejo especial incluyendo residuos electrónicos, según la legislación y otros no incluidos formalmente en ella”.
Ejemplos de residuos “no tradicionales” similares a residuos de manejo especial, pero que no están descritos en la legislación: camas desechadas, maquinaria obsoleta, y residuos de construcción.
Importante: la clasificación que el centro de atención a la salud adopte debe ser empleada con criterio y siempre desde el origen o punto de generación, es recomendable que se tenga un documento donde se detalle la clasificación y segregación a usar, bien sea global o por proceso según sea más conveniente.
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