Como último elemento utilizado en el análisis del CMI (ordenamiento de las áreas de la empresa), la función principal para lograr éxito en este apartado le corresponde a la administración en el desarrollo de las capacidades del recurso humano, no descuidar los recursos que conllevan a obtener resultados seguros y esperados, generando el valor agregado de la empresa, mediante sus colaboradores(as).
Al realizar este análisis, se necesita conocer cómo utilizar los espacios, el tiempo, el trabajo, los recursos humanos y financieros; pero qué más valioso para la organización, que el capital humano ya antes mencionado.
Si en la empresa sucede el fenómeno de que se está dando un alto grado de rotación del personal, habría que analizar qué está provocando directamente este comportamiento para contrarrestarlo, y considerar este punto como una pérdida de valor en recurso humano.
En este sentido, el efecto representa para la organización una pérdida significativa que debe evitarse a toda costa, porque ha sido una inversión a corto y mediano plazo, con resultados inmediatos.
En el área de formación y crecimiento, a la empresa le corresponde manejar una herramienta específica y ajustada para alcanzar los resultados esperados. Valorar los elementos y sus herramientas para lograrlos.
Visto así, tenemos que esta última perspectiva debe generar datos basados en los indicadores, que ayudan a mejorar y mantener siempre un aprendizaje; que sirva para preparar a la empresa en los retos de innovación del mañana, que no solo aprenda a combatir y defenderse en el ámbito empresarial, sino también a crecer y desarrollarse como una unidad con sentido social y productiva de forma planificada y estratégica.
Se establece la siguiente y última parte del CMI, con el apartado de fortalecimiento y crecimiento, el cual se puede observar en el Cuadro N° 4 de este documento.
Con base en el desarrollo de las cuatro perspectivas, mediante los cuadros del N° 1 al 4, es que se constituye el CMI, para lo cual se presenta completo en el siguiente cuadro:
