Para que una auditoría cumpla los objetivos para los que se realiza, la persona que ejerce el puesto de auditor debe disponer de conocimiento y experiencia tanto en lo laboral como en procesos de auditorías. Además, deben contar con una serie de atributos personales específicos para un buen desempeño.
Algunas de las orientaciones que indica la norma ISO 19011 respecto a las características de las personas auditoras son las siguientes:
Algunas otras características que deben incluirse en el perfil son:
Tener la iniciativa para capacitarse y actualizarse periódicamente.
Ser firme y seguro de sí mismo al momento de explicar hallazgos.
Alta capacidad de análisis y razonamiento lógico de las evidencias para llegar a conclusiones.
Ser diplomático con las distintas personas.
Con capacidad para adaptarse rápidamente a los distintos contextos.
Tener una clara orientación hacia el logro de metas.
No tener prejuicios que interfieran en su objetividad.
La persona auditora debe tener conocimiento sobre el proceso que está auditando, de tal manera que pueda tener el criterio técnico para justificar los hallazgos durante las auditorías.