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Metodología para formular objetivos

Existen muchas metodologías para plantear objetivos. La que estudiaremos es muy sencilla; responde a tres preguntas, y cada respuesta es una parte del objetivo.

 Los objetivos tienen tres partes:

  1. La conducta o comportamiento observable (habilidad, destreza, acción y actitud).
  2. El rendimiento deseado (indica el nivel de exigencia o calidad con que se debe realizar la acción requerida).
  3. El objeto (demostrar el comportamiento exigido).

Un ejemplo:

Partes de un objetivo
INA (Dominio público)

Los objetivos se plantean tomando en cuenta la Visión, Misión y Valores empresariales. A su vez, estos están planteados con base en el problema. Teniendo esa base, el procedimiento sería:

1. Tener una idea de negocio a desarrollar, que puede ser una oportunidad de negocio o una propuesta propia. Por ejemplo, existe una problemática enorme en el uso de agroquímicos en los cultivos, se ha establecido que por cada habitante hay un consumo de 4 kg de químicos.

2. Dar respuesta a tres preguntas:

  1. ¿Qué hacer?  Desarrollar un sistema orgánico de producción.
  2. ¿Cómo hacerlo? Aplicando los principios agroecológicos.
  3. ¿Por qué / para qué hacerlo? Para ofrecer un producto inocuo a las personas consumidoras.

3. Después de tener las tres respuestas, se trata de unir todo en una frase coherente y que tenga sentido, teniendo como resultado lo siguiente:

Desarrollar un sistema orgánico de producción aplicando los principios agroecológicos para ofrecer un producto inocuo a las personas consumidoras.

El saber realizar correctamente los objetivos es de vital importancia para la comunicación intra y extra empresa.

Priorización de Objetivos
INA (Dominio público).

Una vez obtenidos unos objetivos de calidad, alcanzables y sobre todo claros, nos disponemos a realizar una priorización de estos. La importancia de este paso es que usted atienda los objetivos que refuercen el funcionamiento de la empresa (1 y 2), es decir, se deben ir alcanzando los objetivos que hagan que la empresa surja y mantenga una base estables y logre ir cerrando la brecha desde lo que es actualmente a lo que, según su buen criterio, debería de estar.

La clasificación correcta del orden de los objetivos es de vital importancia para que la empresa “arranque” de la mejor forma.

El objetivo 1 deberá ser el que proponga una base de operación, es el que debe atender las limitaciones que interfieren con el desarrollo de la empresa, o bien, puede ser el que inicia con las actividades y tareas necesarias para emprender un nuevo negocio.

El objetivo 2 deberá ser una continuación de los esfuerzos hacia la mejora continua de la empresa; debido a esto, junto con el objetivo 1, están en la base del triángulo.

Los demás objetivos son los que harán que la empresa crezca sostenidamente en el tiempo, construyendo el futuro empresarial.

Las metas
 

Las metas se elaboran para poder medir los objetivos. En el ejemplo se estableció desarrollar un sistema orgánico; entonces, se debe determinar en qué lapso (medida de tiempo), qué recursos se le asignan (medida de recursos económicos, humanos), qué insumos y materiales se utilizarán (es un presupuesto).

Una meta es un resultado deseado que una persona o un sistema imagina, planea y se compromete a lograr.

Las metas sirven para evaluar lo que se va haciendo; no necesariamente un objetivo o actividad se evalúa cuando haya terminado. Es necesario el monitoreo de las actividades, para estar pendiente del buen desarrollo de las actividades y desempeño de las personas asignadas. Una meta es precisa y eficaz, debe ser: clara, medible y con plazos de cumplimiento.

Las unidades de las metas se establecen con base en el sistema internacional de unidades, y en la moneda corriente del país.

A diferencia de los objetivos que son limitados, de dos a cuatro, las metas son ilimitadas, pero no se debe caer en el error de crear tantas que hagan que el desarrollo de lo planeado sea engorroso y más bien trabe las acciones.