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Transporte

Los vehículos utilizados para el transporte de alimentos deben estar diseñados y construidos de manera que protejan de contaminaciones y aseguren su correcta conservación.


El material con el que estén construidos debe permitir una fácil limpieza.


La cabina de la persona conductora debe estar aislada de la parte en que se transportan los alimentos.

Los vehículos deben ser para USO EXCLUSIVO de transporte de alimentos, por lo tanto, no se trasladará en ellos animales o sustancias que los puedan contaminar.


Todos los vehículos deberán contar con un sistema de válvulas o llaves que permitan el drenaje de líquidos, en caso de derrames o durante la limpieza y desinfección diaria.


Los vehículos deben contar con un sistema de refrigeración si van a ser utilizados para el transporte de productos que así lo requieren.


Las canastas o recipientes usados para el transporte de materias primas (frutas, hortalizas, carne, etc.) deben estar limpias. Los carritos de servicio también deben estar limpios antes de colocar las bandejas con el alimento. Es recomendable que sean de un material lavable y que no permita la acumulación de suciedad, que pudieran ser foco de contaminación.


Los alimentos deben ser protegidos contra la contaminación ambiental y el abuso de temperaturas, cuando salen del despacho.


Por eso, esta etapa es muy importante y se debe adoptar medidas eficaces de control durante el transporte, aun cuando se hayan aplicado medidas adecuadas de control de la higiene en las fases anteriores de la cadena alimentaria, con el fin de:

  • Proteger los alimentos de posibles fuentes de contaminación.

  • Proteger los alimentos contra los daños que puedan hacerlos no aptos para el consumo.

  • Proporcionar un ambiente que permita controlar eficazmente el crecimiento de microorganismos patógenos o de descomposición y la producción de toxinas en los alimentos.

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)