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Características de los grupos indígenas del siglo XVI


Ibarra, (1998) indica que en Costa Rica el nivel de desarrollo sociopolítico que existía para el siglo XVI fue el de Cacicazgos, cuyos nombres fueron designados y vinculados de acuerdo con los lugares y sus caciques, quedando así registrado en los documentos de los siglos XVI y XVII con los siguientes nombres de Cacicazgos: Acseri o Aqueçerí (actual Aserrí), Boruca, Coto, Garabito, Currirabá, Guarco, Pacaca, Pococí, Quepo, Suerre, Talamanca, Tariaca, Nicoya y Votos, donde cada cacicazgo estaba compuesto por varios pueblos. 

También se postulan como posibles cacicazgos los de Cange, Chomes, Churuteca, Corobicí, Orotina y Zapandí. Algunos de estos cacicazgos tuvieron mayor importancia que otros, debido a que mantuvieron una mayor cuota de poder y ejercieron mayor influencia sobre los demás o bien ocupaban una posición de dominación superior con relación a otros con los que les unían lazos estrechos.
 
Para el español, estas estructuras políticas fueron llamadas Señoríos, los cuales podían integrarse en una estructura sociopolítica-militar bastante amplia y compleja, que comprendía un extenso territorio. Un ejemplo por citar sería el Señorío del Guarco que dominaba a Pococí, Suerre, Currirabá y Acseri. El mismo estaba conformado por los pueblos de Cot, Quircot, Tobosi, Orosi, Uxarrací, Taquetaque, Atirro, Teotique, Turrialba, Ybuxybux, Corroci y Aquiay. Los asentamientos funcionaron según la jerarquía del cacique y la importancia del pueblo radicaba en función de quién gobernaba dentro del cacicazgo. De forma exacta y bajo ese mismo principio de rango sobresalía, el Cacicazgo o Señorío del Guarco y pueblos importantes como Turrialba, Corroci y más tarde Tucurrique. Para 1590 los caciques de esos pueblos estaban emparentados de manera cercana con Fernando Correque, el cacique principal de todo el señorío.
 
A nivel de los caciques se conformaron grupos de jefes religiosos, cuyas posiciones estaban jerarquizadas. Entre sus funciones estaban las ceremoniales, actividades en las que se mezclaban de manera conjunta aspectos políticos y económicos. Por ejemplo, se citan caciques de diferentes regiones del Señorío del Guarco que acudían al llamado del cacique mayor y le traían regalos y bienes. Posiblemente en una plaza, parecida a las de los sitios de Guayabo de Turrialba, Agua Caliente de Cartago y La Cabaña; allí se reunían y llevaban a cabo los intercambios en un ambiente ceremonial, y cuyo principal actor sería el cacique.
 
Los chamanes se distinguieron por avizorar el futuro, ser intermediarios entre los vivos y los muertos, entre este mundo y el más allá. Los españoles documentaron diversos pasajes, los describen oficiando ceremonias dirigidas a aplacar algún fenómeno de la naturaleza, lograr el consentimiento para que las cosechas fueran buenas o tener éxito en las actividades productivas y en la guerra. Ibarra, (1998).
 
En el siglo XVI Costa Rica poseía un mosaico cultural que presentaba una gran diversidad de formas organizativas, culturales, económicas y sociales. Se trató de pueblos que se caracterizaron por estar en procesos importantes de transformación a nivel interno, que habitaban un medio natural con mucha diversidad y abundancia de bosques. El sistema cacical fue el máximo nivel de desarrollo sociopolítico alcanzado; una organización producto de la experiencia y transformación gradual de siglos anteriores, que habrían conformado un desarrollo histórico diferente de no ser por la llegada de los españoles.



Los cacicazgos en el Delta del Diquís fueron también figuras centrales en este momento de la historia del  país; bajo su mando las comunidades consolidaron un territorio y realizaron obras importantes. Nos gustaría que visualizaras el vídeo que aparece en pantalla que te ayudará a afianzar tu aprendizaje. ¿Quieres verlo? ¡haga clic sobre él!

Cacicazgos del Diquís. Autor: Museo Nacional de Costa Rica.

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