Este ejemplo (Sánchez, 2013) se basa en la técnica de los “5 ¿por qué?”. Esta consiste en preguntarse al menos 5 veces ¿por qué? o alguna otra interrogante similar para lograr descubrir la causa raíz de un problema.
Por ejemplo, no se alcanzó la meta de reducción en el consumo de electricidad de un 10%, entonces inicialmente se responsabilizó a las personas que trabajan en las oficinas administrativas de que el aire acondicionado se mantiene encendido día y noche, inclusive los fines de semana. Sin embargo, la aplicación técnica de los 5 porqués para determinar la verdadera causa arrojó un resultado distinto, veamos:
En el caso anterior, se puede apreciar que inicialmente se le estaba achacando la responsabilidad del incumplimiento de la meta de ahorro en el consumo de energía eléctrica a las prácticas de las personas usuarias del aire acondicionado en las oficinas o departamentos. Sin embargo, un análisis más profundo del problema señala que la solución estaba en manos de otro departamento, el cual no sabía nada al respecto.