El seguimiento se puede definir como un conjunto de actividades que permiten el control del PGA, es un proceso permanente, mediante el cual se pretende asegurar el cumplimiento satisfactorio de las actividades y medidas ambientales propuestas y si se logra cumplir con los objetivos y metas establecidas en el programa (Fernández, 2014).
Para realizar el seguimiento y monitoreo, la organización se apoya en la documentación y registros de información ambiental, lo cual se explicó en el recurso anterior. Esto permite demostrar la trazabilidad y la eficacia de la implementación del PGA.
Además, se debe establecer a quién se le remite la información obtenida del seguimiento y monitoreo.
La organización puede implementar diferentes estrategias para el seguimiento y medición. A continuación, se muestra un ejemplo tomado para la elaboración de programas de gestión integral de residuos (Decreto ejecutivo 37567 Reglamento General a la Ley para la Gestión Integral de Residuos) que se puede emplear como instrumento de seguimiento y monitoreo.
Ejemplo de instrumento para el seguimiento y monitoreo del PGA:
Actividad | Línea base | Meta | Indicador | Estado actual de la actividad | Observaciones |
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La actividad, meta e indicador se toman del PGA. La línea base se refiere al valor del aspecto ambiental el momento de hacer el diagnóstico.
El estado actual describe lo que se ha alcanzado. Es importante cotejar el cumplimiento de los requisitos normativos.
Debe evitarse realizar el seguimiento y medición hasta el final de los periodos, como al terminar el año, sino con una periodicidad adecuada según las características del aspecto ambiental y las acciones implementadas.