
1. Tono:
Ajusta el matiz general de la imagen. Cambiar el tono desplazará todos los colores de la imagen a lo largo del espectro de colores. Por ejemplo, un ajuste de tono puede cambiar los rojos a magentas o azules a verdes.
2. Saturación:
Controla la intensidad de los colores en la imagen. Aumentar la saturación hará que los colores sean más vivos y llamativos, mientras que disminuirla puede hacer que los colores parezcan apagados o incluso convertir la imagen a blanco y negro, si se reduce completamente.
3. Luminosidad:
Similar al ajuste de brillo, pero específico para los colores. Aumentar la luminosidad hace que los colores sean más brillantes, sin cambiar el blanco o negro de la imagen.