Prácticas específicas que se pueden implementar:
Implementar un sistema de gestión ambiental: esto implica establecer objetivos y metas ambientales, identificar y evaluar los impactos ambientales de las actividades de la institución, desarrollar e implementar planes de acción para minimizar dichos impactos, y realizar un seguimiento y control del desempeño ambiental.
Realizar auditorías energéticas: las auditorías energéticas permiten identificar oportunidades para ahorrar energía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Gestionar de manera eficiente los residuos: esto implica la separación, clasificación, reutilización, reciclaje y eliminación adecuada de los residuos generados en la institución.
Promover el uso de transporte sostenible: se puede fomentar el uso de transporte público, bicicleta o transporte compartido entre las personas estudiantes.
Implementar campañas de sensibilización ambiental: las campañas pueden informar a la comunidad educativa sobre la importancia de la protección del medio ambiente y promover la adopción de comportamientos sostenibles.