2. Actividades de la Cofradía de Nuestra Señorita la Virgen de Guadalupe

La fiesta religiosa conlleva procesiones, misas, rosarios cantados y está conformada por las siguientes actividades:

  • La Contadera de días: dando inicio en el mes de noviembre, para la cual se va desgranando una mazorca, grano por grano, asignando un granito a cada día de noviembre, y uno hasta completar doce en el mes de diciembre.
  • La Pica de la leña: es la actividad que se realiza el segundo sábado de noviembre, fecha previamente determinada en la contadera de días. Es la actividad que se lleva a cabo para alistar toda la leña que se utilizará durante las fiestas en honor a la Virgen. Empiezan tempranito, se usan hachas y machetes y la tarea consiste en botar, rajar y acomodar la leña.
  • La Atolada: se realiza el día nueve de diciembre; un día antes, muy temprano, las moledoras empiezan a quebrar el maíz pujagua crudo, para la hechura del atol que se repartirá tempranito entre los miembros de la Cofradía. Después, las mujeres preparan la masa de las rosquillas y los hombres vuelven al monte para alistar los horcones, las varas y la palma que servirá para levantar la ramada, el siguiente día.
  • La Ramada: se lleva a cabo el diez de diciembre, y es cuando se recogen las limosnas de los fieles y velan a la Virgen de Guadalupe el día once. La levantada de la ramada y la colocación de una cruz de madera se llevan a cabo al son de tambores y al estallido de bombetas.
  • Once de Diciembre: vísperas, la actividad comienza en el atrio de la iglesia vieja, desde las cuatro de la mañana, con bombetas, repiques de campanas, redoble de tambores de la cofradía y los acordes de la filarmónica de Nicoya, todo lo cual anuncia el arranque de las fiestas en las cuales se obsequia café, rosquillas, tragos de guaro y tamales.
  • Doce de Diciembre: es propiamente el día de la Virgen, en el cual desde las primeras horas de la mañana se anuncia el día con bombetas, campanadas y música, y se realizan rezos y la misa solemne en honor a la Virgen.
  • La Yegüita: según cuentan los adultos mayores, en una ocasión cuando los indígenas promesanos regresaban del pueblo de Nicoya, después de las actividades, dos hermanos guapes, pasados de tragos, tuvieron un disgusto y se empezaron a pelear a machetazos. La gente, al ver aquello, empezó a implorar a la Virgen de Guadalupe y fue así como, en medio de los peleadores, apareció una yegüita que a patadas y mordiscos separó a los hermanos y luego desapareció cuando terminó la pelea. Este hecho fue considerado por los indígenas como un milagro y por esa razón, a partir de esa fecha y hasta el presente, en las procesiones va una yegüita  de madera que ejecuta un baile muy particular al son de pitos y tambores (Arauz: 2003).