3. La tradición de los ‘turnos

Se remonta a la época colonial y está íntimamente ligada a la fe católica, a la necesidad económica y a un sentimiento de solidaridad comunal. La palabra ‘turno’ se originó cuando los devotos de cada pueblo se organizaban para recolectar dinero, por lo que decían “voy a mi turno”, y luego, al entregar cuentas, “entregué mi turno”. Podemos indicar, entonces, que el turno se efectuaba con varios fines: en beneficio de la comunidad o por obras caritativas, es decir, en auxilio de los pobres y enfermos; para la celebración de funciones religiosas como compra de imágenes, y para la reparación de templos, entre otras (Sandy: 2004).