2. La monta de toros:


 Es una tradición que forma parte de la herencia colonial y de la influencia de los trabajadores de Chontales, Nicaragua, quienes fueron traídos al país durante esa época. El señor Jorge González, conocido como ‘Cañero’, comenta que “por esas épocas no había corrales, ni barreras para reunir el ganado, los jinetes corrían en un círculo alrededor del hato y así los mantenían juntos. Si un toro se desprendía, quien lo lazaba tenía el derecho a montarlo y, si no lo botaba, recibía el animal como regalo, es entonces como esta práctica generó competencia entre los peones de cada finca, para demostrar quién era capaz de permanecer en el lomo de un toro bravo. Así las cosas, la fama de los animales era conocida en otras haciendas lo que hacía surgir la rivalidad entre sus peones y la necesidad  de medir sus fuerzas en un campo neutral, trasladándose a los pueblos y creándose las primeras barreras o redondeles, hechas con vara de montaña” (La Nación: 04/01/2004).