5. Grupo indígena Ngöbe:


Tiene una población estimada en 3.515 indígenas. Este grupo es de origen panameño, procede del Valle de la Luna, ubicado al lado sur de las montañas de Chiriquí. Posee un área de 22.590 hectáreas y 4 territorios: Coto Brus, Abrojo Montezuma, San Antonio-Osa y Conte Burica.

Mantienen costumbres arraigadas como la creencia en el Dios propio y general  llamado en su lengua autóctona como Nubu y un dios malo representado por malos espíritus, igualmente practican el Mamachi, culto de grandes seguidores producto de la aparición de la virgen a una indígena, constituyéndose en la líder máxima de la doctrina.
Poseen dos idiomas, el Ngöbe y el Bugle. Algunas tradiciones son el consumo de medicina natural, la estructura de las casas, el uso de la pintura facial en ciertas ceremonias y el caso de las mujeres que son las únicas en el país que mantienen sus trajes tradicionales.

Este vestido es un amplio camisón de colores lisos con aplicaciones geométricas en el área del pecho y mangas. Algunos son hechos a mano y otros confeccionados con máquina de coser.

Mantienen creencias propias en cuanto al nacimiento, muerte, pubertad y matrimonio. Practican como costumbre, bailes y fiestas grandes una vez al año o bien en ocasiones especiales.

La balsería es su máxima expresión, sus significados son varios: amistad, rivalidad, competencia, entre otros. Para ello toman chicha, hacen comidas, utilizan varillas de balsa, para competir en grupos o solos, unos frente a otros (Tenorio: 1988).
También elaboran chácaras, bolsas hechas de fibra que se hacen de distintos tamaños dependiendo del uso que vaya a dársele; asimismo, elaboran las chaquiras, que son collares geométricos de una vistosa policromía, hechas con cuentas obtenidas de conchas y huesos, que son principalmente de uso masculino, pero también se usan de forma general.

La economía y actividades productivas no remuneradas recaen en la producción del cacao, granos básicos, plátanos, tubérculos, pejibaye, frijol de palo, frutales, cría de cerdo, aves y se complementa con la práctica de la caza y la pesca.
Muchos de estos indígenas trabajan en bananeras, cafetales y cañaverales, donde a pesar de que resultan ser una excelente mano de obra, son presa fácil de la explotación por parte de estas industrias.