Técnicas para la conducción eficiente de vehículos y ahorro de combustible

Sitio: Centro Virtual de Diseño y Desarrollo - INA-PIDTE
Curso: Material de apoyo - Revisiones periódicas y conducción eficiente de vehículos livianos
Libro: Técnicas para la conducción eficiente de vehículos y ahorro de combustible
Imprimido por: Invitado
Día: viernes, 3 de mayo de 2024, 18:19

Introducción



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En este recurso se explican técnicas utilizadas en la conducción eficiente y ahorro de combustible en vehículos, a fin de crear conciencia en las personas conductoras acerca de la importancia de mejorar la conducción, contribuir con el ahorro de combustible, la reducción de emisiones y la seguridad en la carretera.

Técnicas generales para la conducción eficiente

Podemos definir el término 'eficiente' cuando se cumple con un trabajo a la perfección. Al relacionarlo con conducción implica que la persona conductora desarrolla un estilo de manejo enfocado a la administración y uso efectivo del vehículo y su motor.


Uso del tacómetro (zona verde)

El mejor rendimiento, menor desgaste y mayor ahorro de combustible en un motor de combustión interna se obtiene en el rango de revoluciones conocido como la 'zona verde'. En este rango convergen las curvas de par máximo (capacidad de arrastre o tracción), potencia (rapidez para desarrollar un trabajo) y consumo específico de combustible, generándose también una menor emisión de gases contaminantes en relación a otros rangos de revoluciones. La mayoría de los vehículos modernos están equipados en el panel de instrumentos con un tacómetro (indicador de revoluciones por minuto del motor, rpm), en el cual la persona conductora puede verificar constantemente cuando las revoluciones de motor alcanzan la zona verde. A continuación se indican de forma general los rangos de revoluciones de la zona verde para motores a gasolina y a diésel, aunque es importante verificar este dato en el manual para la persona conductora para el vehículo que se conduce.


Rangos de 'zona verde' según tipo de motor

A gasolina

A diésel

2000 – 2500 rpm

1600 -2200 rpm


El cambio de velocidades     

La marcha primera proporciona la mayor fuerza al vehículo para vencer la resistencia por inercia y ponerlo en marcha. Después de hacer la salida se debe acelerar suave y progresivamente, pasando a la marcha segunda lo antes posible, y llegar gradualmente a la última marcha sin sobre-revolucionar el motor, y manteniéndose en esta marcha el mayor tiempo con una velocidad constante. En tránsito denso se debe circular en la marcha más conveniente, pero manteniendo las revoluciones del motor.


Uso del pedal de aceleración (pie de pluma)

La forma en que la persona conductora aplica la presión al pedal de aceleración tiene relación directa con el promedio de consumo de combustible y con la seguridad en carretera. La técnica “pie de pluma” se fundamenta en ejercer una presión suave y gradual al pedal evitando llegarlo hasta el tope, de manera que la aceleración sea lo más constante posible, manteniéndola entre los rangos de la zona verde y evitando el gasto innecesario de combustible.


Conducción urbana y en autopista

Como indica CONUEE (2010), “en resumen, se puede señalar que para el ahorro de combustible y la reducción del riesgo de accidentes, es imprescindible disminuir la velocidad de la unidad, principalmente cuando se circula en vías urbanas de acceso controlado, o bien en carreteras o autopistas”. El respeto a los límites de velocidad y conducir racionalmente son técnicas esenciales en la conducción, debido a que los límites de velocidad están relacionados directamente con la arquitectura, geografía y condiciones climáticas predominantes en la vía, a fin de prevenir situaciones inseguras y propiciar la conducción racional como el uso efectivo del motor (zona verde), la previsión y actuación anticipada y moderada de los cambios en el tránsito y la planificación de la ruta.


Conducción en pendiente (subir y bajar)

Al realizar ascensos la exigencia que representa la carga del vehículo al motor generalmente hace necesario elevar la aceleración al límite superior de la zona verde e incluso ingresar levemente a la zona siguiente, a fin de que el vehículo mantenga la velocidad elegida, pero si por la longitud o el ángulo de la pendiente se requiere hacer cambios descendentes, estos se deben realizar en el rango de revoluciones de la zona verde y procurando mantener el mayor tiempo posible las revoluciones del motor en dicha zona. 

Al descender es esencial mantener la velocidad reglamentada, siendo indispensable el uso descendente de las marchas (de la última a la primera) con el fin de aprovechar la compresión del motor en la contención del impulso del vehículo, evitando el recalentamiento de los frenos por sobreutilización y un posible accidente por evaporación del líquido del sistema, razón por lo cual no se deben bajar pendientes con el cambio en “neutro”, por el contrario se recomienda para bajar pendientes utilizar la misma marcha que se requiere para subirlas.


Apagado del motor

Para apagar el motor lo recomendable es hacerlo cuando está girando en revoluciones de mínimo o ralentí. No es necesario acelerarlo antes pues consume combustible innecesariamente y en motores sobrealimentados, esta práctica genera desgaste prematuro en el turbocargador, al quedar girando sin lubricación. También es recomendable apagar el motor en paradas mayores a dos minutos, debido a que el consumo de combustible y los valores de emisión de gases son altos con el motor en mínimo.

Técnicas específicas para el ahorro de combustible

Estas técnicas se fundamentan en reaprender a conducir, desechando antiguas costumbres de épocas en que el abastecimiento y costo del combustible no eran una preocupación, y la contaminación ambiental no se consideraba un riesgo para la salud y las futuras generaciones.


Planificación de la ruta

Planificar la ruta facilita ubicarse en la carretera, prever rutas alternas, anticipar maniobras como cambios de carril o tomar salidas, actuar de forma moderada ante imprevistos, mantener la atención en la carretera y en los demás vehículos. La improvisación de una ruta representa pérdida de tiempo, consumo adicional de combustible y un riesgo para la seguridad.

Encendido del motor sin pisar el acelerador

El procedimiento indebido de arranque en frío de un motor puede significar hasta el 40% de pérdida de su vida útil, debido a que al enfriarse sus componentes pierden su ajuste y el aceite lubricante escurre al depósito o cárter. Lo recomendable para minimizar el desgaste prematuro es ponerlo en marcha sin presionar el acelerador.

Los motores generalmente están equipados con dispositivos automáticos que aumentan el mínimo para el arranque y posteriormente se recomienda esperar 30 segundos antes de iniciar la marcha.

Acelerar el motor para calentarlo incrementa la fricción de las partes, generando un gasto innecesario de combustible y aumento de la emisión de gases contaminantes.

Diferencias en el encendido de motores a diésel y a gasolina

La principal diferencia para la puesta en marcha entre los motores a diésel y los motores a gasolina es que los motores a diésel, denominados de inyección indirecta, requieren precalentamiento.

En los modelos más antiguos este proceso es activado por la persona conductora, mediante la colocación de la llave de arranque en posición de precalentamiento y controlando el tiempo de accionamiento a través de una resistencia que se pone incandescente en un visor del panel de instrumentos.

En modelos más recientes, el tiempo de precalentamiento es controlado de forma automática por un temporizador, que después de colocar la llave en posición de ignición indica el momento de poner en marcha el motor a través de una luz en el panel.

Si estos motores no reciben precalentamiento por el tiempo requerido, presentan dificultades para arrancar, mínimo inestable y generan una alta emisión de hidrocarburos no quemados, hasta que logren llegar a la temperatura normal de funcionamiento.

Circulación en marchas largas

En un vehículo con transmisión mecánica o manual se interpretan como marchas largas las últimas relaciones de la caja de cambios. En un vehículo de cinco marchas son la cuarta y la quinta, las cuales a la inversa de las marchas bajas o cortas como la primera y la segunda tienen poca fuerza pero generan gran velocidad, sin que el motor gire a altas revoluciones.

Por ejemplo: un vehículo de cinco marchas en quinta, a 2500 rpm, se desplaza aproximadamente a 80 kilómetros por hora, lo cual implica viajar a una velocidad dentro de los límites de velocidad, con las revoluciones del motor dentro de la zona verde, obteniendo un mejor rendimiento y, por ende, menor consumo y menor emisión de gases.

Velocidad de circulación uniforme

Con la finalidad de economizar combustible y mejorar la velocidad promedio se deben minimizar las variaciones de velocidad, no haciendo cambios de marcha innecesarios, permitiéndole así al motor desarrollar su capacidad de arrastre (par máximo), aprovechando el impulso en bajadas y la inercia en subidas, terminando las pendientes sin aceleración, disminuyendo la velocidad en semáforos para evitar paradas y arranques, siendo este uno de los momentos en que más se genera consumo y emisión de gases contaminantes. Adicionalmente, no haciendo frenadas innecesarias que se traducen en pérdida de energía al transformarse en calor y desgaste del sistema de frenos.

En conclusión, se debe elegir una velocidad dentro de los rangos permitidos y mantenerla uniforme por el mayor tiempo posible, evitando maniobras inapropiadas. 

Desaceleración progresiva

Al igual que la aceleración y los cambios de marcha, la desaceleración del motor debe ser progresiva, siempre procurando mantener una dinámica de conducción uniforme, aprovechando las prestaciones o características del motor.

Por ejemplo, en una intersección con señal de “Ceda”, al incorporarse a la autopista se ahorra mucho combustible si en lugar de acelerar a fondo, se desacelera progresivamente esperando el momento oportuno o bien, como se indicó anteriormente, en semáforos sincronizando con el cambio de luz, minimizando así el uso de los frenos y evitando consumo por salidas o aceleraciones violentas.

Utilización de la primera velocidad

Para poner en marcha el vehículo generalmente se utiliza la primera velocidad por ser la que proporciona la mayor fuerza en la salida, lo cual requiere altas revoluciones del motor y el consiguiente gasto de combustible, razón por la cual se recomienda reducir el uso de esta marcha en las circunstancias que lo permitan, como salidas en posición descendente o en plano, pasar suavemente a la siguiente, y procurar llegar a la marcha más larga o alta lo antes posible.

Evitar la sobrecarga del vehículo

El exceso de carga o equipaje en el vehículo incrementa el consumo de combustible, al igual que el uso de portaequipaje adicional en el techo, esté éste cargado o no, porque su estructura provoca resistencia al paso del aire, exigiendo más esfuerzo al motor.

La sobrecarga en un vehículo produce también inestabilidad que en situaciones de emergencia facilita la pérdida de control del vehículo. En el manual de la persona conductora está definida la capacidad de carga del vehículo.

Uso del aire acondicionado

El aire acondicionado es un componente que ayuda a la circulación confortable en las vías saturadas de vehículos y afectadas por un perceptible aumento en la temperatura ambiente, pero que representa un aumento entre un 5% y un 20% del consumo de combustible, razón por la cual se recomienda su uso de forma moderada.

Abertura de ventanillas

El diseño de la carrocería toma en cuenta la resistencia aerodinámica que se opone al desplazamiento del vehículo, facilitando su desplazamiento. Cuando se viaja con las ventanillas abiertas la corriente de aire que ingresa a la cabina del vehículo genera resistencia, incrementando hasta en un 5% el consumo de combustible, por lo cual es recomendable no transitar con las ventanillas totalmente abiertas por períodos muy prolongados.

Revisión periódica del consumo de combustible

El aumento del promedio de consumo de combustible puede ser un indicador de la necesidad de mantenimiento o correcciones en el vehículo, en elementos tales como las llantas (tipo no recomendado, porcentaje de desgaste o presión indebida), alineamiento de la dirección o afinamiento del motor, entre otros. A continuación se explica el procedimiento para verificar el promedio de consumo de combustible:

  • Llene el tanque de combustible en el punto donde se dispara la boquilla del surtidor de combustible, anote el kilometraje y conduzca el vehículo normalmente.
  • Cuando vuelva a cargar combustible, debe llenarlo igual que la vez anterior. Se toma nuevamente el dato del kilometraje actual, restándole el valor inicial, para determinar cuántos kilómetros ha recorrido. 
  • Ejemplo: 65.798 km actual - 65.432 km inicial = 366 km recorridos.
  • Divida la cantidad de kilómetros recorridos entre la cantidad de litros de combustible que adquirió, para obtener la cantidad de kilómetros que recorre por litro. Ejemplo: 366 km recorridos / 28,8 litros = 12,7 kilómetros por litro.
  • Compare este dato con la especificación del manual. Esta comprobación se puede hacer con recorridos solo urbanos y también en viajes a larga distancia, en los cuales el rendimiento debe ser mayor. Si no está dentro del dato establecido se debe verificar el estado del vehículo y las costumbres de conducción.
  • Si divide el costo total del combustible adquirido entre el total de kilómetros recorridos obtendrá el costo por kilómetro. 
  • Ejemplo: ¢16.156,80 (a ¢561,00 por litro) / 366 km  = ¢44,20 por kilómetro

  • Utilización del vehículo en trayectos cortos

    El mejor rendimiento de un motor de combustión se obtiene cuando llega a su temperatura de funcionamiento. De igual forma, el catalizador del escape debe lograr esta condición para reducir los gases nocivos liberados a la atmósfera. En trayectos muy cortos la temperatura de funcionamiento no se alcanza, aumentando significativamente el consumo de combustible y la emisión de gases, siendo que en zonas urbanas el problema se agrava por los niveles de congestionamiento y la falta de espacios para estacionar, lo cual obliga a mantener el motor funcionando mucho más tiempo, con muchas paradas y salidas. Se recomienda en lo posible, en trayectos cortos, caminar o utilizar otros medios de transporte como la bicicleta o el transporte colectivo.

    Distribución de la carga

    La ubicación y sujeción de la carga en un automóvil o vehículo para carga es esencial para no comprometer la seguridad de las personas ocupantes y la estabilidad del vehículo. En automóviles la carga se debe asegurar en el área destinada para ésta como la cajuela, porque si se coloca en la cabina de pasajeros, en una maniobra de emergencia o accidente puede causar heridas. En vehículos para carga liviana, ésta debe distribuirse de forma balanceada, sin recargarla a un lado del vehículo, hacia atrás o hacia adelante, previniendo también el desplazamiento de la misma o que obstruya las luces o espejos.

    Medidas de seguridad al conducir

    Distancia de seguridad

    Para la circulación segura en la vía es indispensable que la persona conductora mantenga una distancia prudente del vehículo que lo antecede, ya sea en carretera despejada o congestionada, con el fin de no colisionar con él en el caso que frene repentinamente. De igual forma, esta distancia proporciona el espacio para realizar maniobras como adelantamientos de forma segura.

    Para determinar la distancia entre vehículos se deben tomar en cuenta diferentes criterios, por ejemplo velocidad, condiciones de la calzada tales como húmeda, seca, en lastre, tierra o pavimento; tiempo de reacción de la persona conductora el cual depende de su estado físico, reflejos, nivel de alerta, cansancio, uso de medicamentos, alcohol o sustancias ilegales, así como también el estado del sistema de frenos, homogeneidad de las llantas, estado y presión correcta.

    Una técnica para determinar y mantener la distancia prudente es mantenerse a 2 segundos del vehículo de adelante; por ejemplo, un vehículo a 80 kilómetros por hora en dos segundos recorre aproximadamente 44 metros, distancia que aumenta o disminuye proporcionalmente con la velocidad. Para aplicar este método solo se requiere tomar un punto de referencia en la carretera, como una señal, árbol o poste y en el momento que el vehículo de adelante pasa por esta referencia se cuenta lentamente: 2001...2002...si nuestro vehículo pasa antes de terminar la cuenta por el punto de referencia eso indica que se va demasiado cerca del otro vehículo y se debe aumentar esta distancia.

    Mantenerse alerta

    Conducir de forma segura requiere de toda la atención posible de la persona que controla el vehículo, evitando las distracciones y procurado mantener las mejores condiciones para maniobrar dentro del flujo vehicular. En la figura siguiente se muestran algunas de estas condiciones las cuales son relevantes para una conducción segura. Haga clic "Aquí" para visualizarla.

    Condiciones de salud y estado de ánimo

    Existen condiciones de salud y emocionales que pueden afectar la conducción. Pueden ser transitorias o permanentes. En la figura se presenta un resumen de dichas condiciones. Haga clic "Aquí" para visualizarlas.

    Conducción nocturna

    Para la conducción nocturna segura es de gran relevancia que se tomen en cuenta ajustes que se deben hacer en la velocidad y cambios que se dan en la noche, en elementos como la visibilidad y la iluminación. En la figura siguiente se describen las recomendaciones a seguir. Haga clic "Aquí" para visualizarlas.

    Uso de espejos e identificación de zonas ciegas

    El ajuste de los espejos tiene como finalidad facilitar maniobras de forma segura, tales como cambios de carril, salidas e ingresos, entre otras, mediante la máxima visualización del tráfico ubicado detrás y a los lados del vehículo. El ajuste de los espejos debe reducir al máximo los puntos ciegos, los cuales son zonas no cubiertas de las cuales no se dispone de una visión completa de todo lo que sucede detrás del vehículo. Una técnica utilizada actualmente para ajustar los espejos es colocarlos lo más cerca posible de forma perpendicular o bien a 90° con respecto a la carrocería, buscando que no se visualice el costado de la carrocería sino la vía, pudiendo ver así más rápido y por más tiempo los vehículos que vienen detrás. Esta forma de ajustar los espejos da un mayor ángulo de visión y solo cuatro pequeños puntos ciegos.

    Es importante tomar en cuenta como principal parámetro al ajustar los espejos en la posición indicada que la persona conductora no debe hacer el menor esfuerzo para ver a través de ellos, evitando que tenga que inclinar la cabeza o tornar el cuerpo. En la adjunta se representa el ajuste de espejos a 90°. 

    El ajuste de los espejos es de relevante importancia para el desplazamiento en reversa, el cual representa un alto riesgo porque puede provocar atropellamiento de personas, choque contra vehículos, instalaciones, objetos y caída en zanjas u otros; esto debido a que la visibilidad es menor, la dirección reacciona de forma diferente que hacia adelante y la persona conductora requiere entrenamiento para mirar por los espejos sin voltearse.


    Aspectos básicos de la Ley de Tránsito

    Requisitos de seguridad en carretera

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      En relación a la seguridad en la carretera la Ley de Tránsito por vías públicas terrestres y seguridad vial Nº 9078, del 26 octubre de 2012, norma los siguientes elementos:

      En el artículo 36, sobre requisitos de seguridad en carretera, se establece que todo vehículo debe estar provisto de los siguientes implementos en buen estado:

      • Un extintor de incendios, según se disponga reglamentariamente dependiendo de la naturaleza y el tamaño del vehículo.
      • Dos triángulos de seguridad u otro dispositivo análogo
      • Un chaleco u otro aditamento retroreflectivo
      • Una llanta de refacción y el equipo necesario para poder cambiarla
      • Los vehículos de carga liviana deberán utilizar cinta retroreflectiva bicolor u otro dispositivo que cumpla la misma función, de manera que sean visibles a todos los demás ocupantes de la vía.

      Por otro lado, en el artículo 94 dirigido a uso de cinturones y otros dispositivos de seguridad, se determina que las personas conductoras deberán velar por su integridad física y seguridad utilizando el cinturón de seguridad y demás dispositivos de seguridad que establezca la ley, y deben asegurarse que las personas pasajeras las utilicen también, adaptando en el asiento trasero del vehículo un sistema de retención para personas menores de 12 años y 1,45 metros de estatura.

      Para la aplicación de los elementos de seguridad indicados con sus respectivas excepciones y requerimientos, así como de otros elementos de seguridad activa y pasiva y de buenas prácticas, se recomienda analizar detenidamente la Ley de Tránsito vigente. En la figura siguiente se presenta como guía una tabla con el desglose de los contenidos de dicha Ley. Haga clic "Aquí" para visualizarlos.

      Responsabilidad en la carretera

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      Realizar puntualmente las revisiones al vehículo

      Programar oportunamente mantenimientos y reparaciones

      Ser consiente de mi estado físico y emocional

      Planificar la ruta

      Tomar en cuenta las condiciones ambientales y de la carretera

      Prevenir situaciones de emergencia

      Respetar los límites de velocidad

      Anticipar maniobras en la vía

      Conclusión

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      Seamos responsables,  conduzcamos prudentemente.

       

      Todo empieza antes de sentarnos al volante, cuando nos mentalizamos en tres pensamientos:

       

      ¡Hoy voy a bajar la velocidad!

      ¡Hoy voy a detenerme!

      ¡Hoy voy a ser cortés!