Atención de la persona con diabetes

Sitio: Centro Virtual de Diseño y Desarrollo - INA-PIDTE
Curso: Material de apoyo-Cuidados del pie de personas diabéticas
Libro: Atención de la persona con diabetes
Imprimido por: Invitado
Día: viernes, 3 de mayo de 2024, 13:00

Introducción

La Diabetes es una enfermedad que puede  afectar diferentes sistemas del organismo, por lo que su abordaje estará a cargo de diferentes profesionales del campo de la salud. Por consiguiente cabe indicar la importancia de que la persona Manicurista Pedicurista reconozca el rol que debe seguir en el cuidado de los pies de personas con esta enfermedad, estableciendo su campo de acción con respecto a las labores de otros profesionales involucrados en la atención de esta población.  

Siendo el cuidado de los pies de las personas con diabetes un campo  donde intervienen diferentes especialistas en la salud, abordaremos en este recurso de aprendizaje, el valor de la responsabilidad, en el marco de las funciones que realiza la persona Manicurista Pedicurista y su relación con esta población. Para ello estudiaremos tres temas principales, los cuales son:

  1. Cuidados para la intervención
  2. Recomendaciones en el uso de la cosmetología y herramientas
  3. Responsabilidad

   


Avancemos, para estudiar cada uno de ellos. 


1. Cuidados para la intervención

El cuidado de los pies de una persona con diabetes es una tarea de alta responsabilidad y dedicación por parte de las personas profesionales que brindan este tipo de servicios, ya sean profesionales de Medicina, Enfermería, Podología, o bien Manicuristas Pedicuristas. 

En este sentido, una mala praxis en el proceder de cualquiera de estos profesionales puede derivar complicaciones para la persona diabética, que van desde una infección de difícil tratamiento, hasta la amputación de alguna estructura anatómica del pie. 

Dentro de esta perspectiva Ramón Martínez López, profesional en este campo, señala que: 

“La diabetes es la causa que lidera las amputaciones de la extremidad inferior. El riesgo de amputación es de 15 a 46 veces mayor en diabéticos que en aquellos que no lo son, por lo que se hace necesaria su prevención. La detección temprana y un tratamiento adecuado pueden prevenir el 85% de las amputaciones. Por otro lado, en Costa Rica el 50% o más de las amputaciones se producen en diabéticos” (2000, p.1).

 A partir de lo antes expuesto por el autor, se puede evidenciar que los  riesgos de sufrir complicaciones como la amputación de los miembros inferiores en las personas diabéticas, así como otras lesiones severas son realmente altos. Una de las estrategias para evitar las complicaciones antes mencionadas tiene que ver en primer lugar con las acciones preventivas desarrolladas por la persona diabética y en segundo lugar con aquellas efectuadas por los profesionales involucrados. Es por ello que la labor de la persona Manicurista Pedicurista se centra en una intervención basada en la prevención de lesiones en los pies y no en la manipulación de los miembros inferiores con dicha la patología.

A partir de lo anterior, es importante aclarar la diferencia existente entre el pie de una persona diabética y la patología del Pie diabético. Con respecto a la primera condición, ésta hace referencia a que en las extremidades inferiores no se presentan alteraciones o lesiones  referidas a la patología de la diabetes. Por el contrario, en la segunda condición si se evidencian alteraciones o lesiones relacionadas en la mayoría de los casos a la falta de control y cuidados sobre esta enfermedad. Algunas de estas complicaciones patológicas se podrían manifestar como: Neuropatías, Vasculopatías, Dermopatías o bien deformaciones de las estructuras óseas, las cuales se consideran como la Patología típica del pie diabético. 

Con relación a la situación antes expuesta, resulta prudente  aclarar que el ámbito de intervención de las personas Manicuristas Pedicuristas se delimita exclusivamente a las personas diabéticas con extremidades inferiores sanas, ya que las que padecen de Pie diabético deben ser abordadas por otro tipo de profesionales.        

Por todas estas razones, los cuidados que brindan las personas Manicuristas Pedicurista se centran en acciones preventivas como: la exploración del pie, la identificación de riesgos, las prácticas de higiene, la recomendación de dispositivos que prevengan lesiones, y de la recomendación de ejercicios físicos para los pies. Avancemos para describir cada uno de ellos.


1.1 Exploración del pie

Este procedimiento consiste en la observación permanente de los pies, aunado a una palpación cuyo propósito es la identificación de  condiciones anormales en éstos. Para tal efecto la observación en los pies de las personas diabéticas deberá considerar los siguientes tres aspectos: integridad y coloración de la piel, forma del pie y por último la marcha de la persona. Seguidamente, durante la palpación lo que se pretende es determinar la existencia de edemas, ausencia o presencia de pulsos arteriales, condiciones térmicas anormales de la piel y  alteraciones en su nivel de sensibilidad.

   

Procedimiento para la observación del pie

1. Este procedimiento se debe realizar con buenas condiciones de iluminación, preferiblemente empleando lámparas o dispositivos lumínicos con aumento que no generen calor.   

2. Se deben retirar las prendas de ropa que cubren esta parte de la extremidad (calzado, medias, vendas elásticas).

3. La observación deberá realizarse antes de cualquier tipo de acicalamiento.     

4. Cuando se observe la integridad de la piel, habrá que buscar la presencia de úlceras, cortes, escoriaciones, hiperqueratosis, callosidades, infecciones causadas por hongos en la piel o en las uñas, enrojecimiento o manchas en la piel, abultamientos, ampollas o cualquier otro tipo de alteración anormal de este órgano. 

5. Al observarse la forma de los pies se debe identificar la alineación ( las dos extremidades deben ser iguales) y que presenten un ángulo plantar adecuado. A su vez, deben tener todos los dedos, la altura del empeine debe ser la misma para ambos pies y se debe detectar  la presencia de algunas deformaciones como: pie plano, pie cavo, pie equino, "Hallux Valgus" y dedos en forma de garra. 

6. En cuanto a la marcha humana (forma de caminar), se debe observar a la persona caminando para identificar si la pisada se hace adecuadamente; apoyando toda la planta del pie, a fin de establecer si existe alguna alteración en la misma. 



Procedimiento para la palpación del pie

1. Lo adecuado es realizar la palpación posterior a la observación, de esta manera se logra  evitar cualquier roce con alguna herida abierta en el  pie. 

2. Antes de efectuar el procedimiento de palpación se debe realizar el lavado de las manos, posteriormente se procede a colocarse los guantes, y por último se repite el lavado. 

3. La búsqueda de edemas (inflamación de tejidos por acumulación de líquidos) se realiza presionando moderadamente la parte anterior del pie o la pierna, en el sitio donde se sospecha que exista acumulación anormal de líquido. En el momento de la palpación, si la extremidad se encuentra sana, al aplicarle con un dedo una cierta presión a los tejidos, éstos retornan inmediatamente, sin embargo de existir edema, con la misma presión, los tejidos regresarían muy lentamente a su posición original, tal y como se muestra en la siguiente figura:  


4. En cuanto a la búsqueda de pulso, se realiza palpando con el segundo y tercer dígito sobre la cara anterior (empeine) del pie, identificando la presencia de pulso normal, débil o ausente en ambas extremidades. (agregar figura 24)



5. En cuanto a la temperatura de la piel, se debe palpar percibiendo si ésta se encuentra tibia o fría, seca o sudorosa, considerando las condiciones ambientales en el momento de efectuar el procedimiento.

6. En cuanto a la sensibilidad de la piel, ésta se puede medir utilizando varios dispositivos como por ejemplo: un filamento fino para identificar la sensibilidad las diferentes partes del pie, o bien utilizar un dispositivo llamado diapasón, el cual emite ondas vibratorias que pueden servir para medir también los niveles de sensibilidad.




Otras acciones para valorar las condiciones en las que se encuentran las extremidades pueden ser el llenado capilar, el cual consiste en hacer presión moderada sobre la yema de los dedos y posteriormente retirar la presión; como consecuencia la piel estará pálida por la ausencia de sangre, pero en condiciones normales,  retornará a su coloración habitual en 1 o 2 segundos, mientras que en una persona con problemas vasculares, tardará un poco más. 

Otra prueba es aquella para medir la sensación térmica y que se puede hacer acercando o bien, colocando un trozo de hielo, sobre la piel del pie. En los casos donde hay pérdida de sensibilidad, la persona no identificará el cambio de temperatura.


1.2 Identificación de riesgos

Una vez  realizada la valoración de las condiciones de los pies, es importante registrar los datos, los cuales posteriormente ayudarán a la clasificación de los riesgos a los que está expuesta la persona. Para lograr esta tarea, es importante tener un instrumento que le ayude a recolectar dicha información y además colabore con la clasificación mencionada anteriormente. 

Estructura del Instrumento:

El instrumento que se elabore para esta finalidad debe contener al menos cinco apartados básicos, a saber:

1. Encabezado: En esta sección debe aparecer el nombre de la empresa que brinda el servicio, con el número de cédula jurídica o física. A su vez, el nombre de la persona que realiza el procedimiento, junto con su profesión, así como la fecha en la cual se realiza la valoración. Por último se debe anotar el número de teléfono o correo electrónico de la empresa donde se realiza el procedimiento.

2. Datos personales: En este apartado aparecerá toda información relevante de la persona cliente, tal como el nombre, dirección, el número de teléfono o correo electrónico, la edad, los antecedentes patológicos familiares(si existen familiares con esta enfermedad) y los antecedentes patológicos personales(como por ejemplo desde cuando padece esta enfermedad, si toma tratamiento). Además es importante que aparezca el nombre del lugar donde se lleva el control médico u otro tipo de controles. 

3. Datos observados u obtenidos de la palpación: En esta sección es importante anotar toda la información referente a la integridad y coloración de la piel, la forma del pie y la marcha de la persona. Es importante  también anotar la existencia de edemas, pulsos arteriales, llenado capilar, las condiciones térmicas de la piel y la sensibilidad de la misma.

4. Pedigrafía para anotar alteraciones de los pies: Se pueden adjuntar imágenes como la siguiente para señalar lesión en el pie: 



5. Clasificación del riesgo de los pies: Se puede hacer de una forma gráfica, mediante dibujos, para establecer el estado de salud del pie. Haga clic "Aquí" para ver un ejemplo.


1.3 Higiene

Es una actividad importante dentro del cuido de las personas con diabetes, ya que constituye una estrategia para minimizar el riesgo de infecciones recurrentes, o que puedan desencadenar en la amputación de alguno de estos miembros. Para esta actividad se deben considerar al menos tres aspectos: los materiales, la fase del lavado, y la fase del secado. En cuanto a los materiales, en primer lugar se debe considerar que el agua sea potable y preferiblemente tibia, ya que el agua caliente puede causar quemaduras a la persona y suavizar mucho la piel. En cuanto al jabón, se debe utilizar un jabón neutro y preferiblemente humectante para evitar la resequedad de la piel, así como  una dermatitis (inflamación de la piel), ocasionada por algún componente químico del jabón. Éste puede ser líquido para evitar el contacto con microorganismos que se reproducen en la superficie del jabón en barra. 

En cuanto a la fase de lavado, ésta se debe realizar en lugares libres de objetos punzocortantes o en superficies muy ásperas. Se recomienda realizarlo sobre superficies lisas con poca porosidad y que sean fáciles de limpiar. Este procedimiento debe durar un tiempo máximo de cinco minutos, dado que si la piel del diabético permanece mucho tiempo en contacto con el agua, se puede suavizar a tal punto de causar agrietamientos o úlceras.  

El lavado debe hacerse todos los días, posterior a la exploración diaria, aplicando el jabón de arriba hacia abajo, arrastrando la suciedad de las piernas hacia los pies y en forma circular para favorecer la circulación. Posteriormente se debe retirar el jabón con el agua tibia, siguiendo la misma dirección, mediante la cual se le aplicó el jabón para favorecer el arrastre de microorganismos. 

Esto es un aspecto importante desde el punto de vista aséptico, ya que los pies por lo general, están más sucios que las piernas y se debe evitar el arrastre de microorganismos de una zona sucia a una más limpia. 

Finalmente el secado debe hacerse de preferencia utilizando toallas de tela suaves, que no generen ningún tipo de fricción, o también se puede sustituir por toallas desechables y absorbentes.  La forma de secado no es friccionando, sino más bien entrapando el agua y se debe hacer en la misma dirección en la cual se aplicó el jabón para evitar el arrastre de microrganismos. Un aspecto importante, es secar muy bien el espacio entre los dedos para evitar la proliferación de infecciones en la piel y en las uñas. 



1.4 Dispositivos preventivos para el pie diabético

Actualmente en el mercado existen varios dispositivos que se han creado con el propósito de evitar complicaciones o lesiones en los pies de personas diabéticas. En ese sentido, existe un grupo de artículos que se conocen como "Órtesis", son elementos que utilizan para corregir las deformaciones óseas de los pies.

Este tipo de dispositivo generalmente es de carácter ortopédico y debe ser prescrito por una persona especialista en el área, por lo general se recomienda su uso posterior a una valoración del estado de los pies. 

Algunos de los dispositivos de mayor uso son los que se muestran a continuación: 

1. Fundas de tela para proteger la piel: este tipo de dispositivo se utiliza cuando se ha observado que existe la posibilidad de producirse una callosidad o una úlcera en alguno de los dedos del pie, como resultado de una deformación articular. En la siguiente figura se muestran algunos ejemplos de este tipo de artículo. 




2. Separadores: cuando la deformación se encuentra en su fase inicial y la persona no presenta úlceras interdigitales (entre los dedos), el mercado ofrece un tipo de "Örtesis" para evitar la deformación del pie, a los cuales se les conoce como separadores y se muestran en la siguiente figura: 


                                                     


3. Almohadillas o plantillas: ahora bien, cuando se trata de liberar la presión en la  planta de los pies y así evitar las ulceras por presión, existen varios tipos de almohadillas o plantillas diseñadas con materiales suaves como el gel, que previenen la generación de lesiones en la piel causadas por la presión que ejerce el peso del cuerpo sobre las estructuras óseas. Lo anterior es el resultado de largos periodos en pie (bipedestación). 

También se puede encontrar un tipo de plantilla que se utiliza para evitar las callosidades, o bien las úlceras en zonas del pie, donde se presenta mucho roce con las paredes de los zapatos. La siguiente figura muestra este tipo de dispositivos. 




4. Calcetines: adicionalmente a las "Órtesis", el mercado también ofrece calcetines diseñados especialmente para evitar algún tipo de complicación en cuanto a las prendas de vestir y que suelen ser de gran ayuda para la salud de los pies de personas diabéticas.   Algunas recomendaciones a tomar en cuenta en el momento de comprar este tipo de prenda son las siguientes:

A. El calcetín debe ser preferiblemente de un color claro para poder observar algún tipo de sangrado en el caso de que se produzca  algún roce con el zapato.

B. Éste debe ser preferiblemente de algodón o lana, ya que son telas suaves que al rozar la piel no van a producir tanta fricción como sucedería con algunas telas sintéticas, o de hilo.  

C. Deben  presentar las costuras por fuera para evitar el roce con la piel, y preferiblemente que no posean costuras en la zona de alta presión plantar, como los dedos o el talón. 

D. No debe presentar elástico en la parte superior del calcetín para evitar comprometer la circulación y la formación de coágulos sanguíneos.   

E. Los calcetines se deben cambiar diariamente y deben estar limpios para evitar la propagación de cualquier tipo de infección.

1.5 Ejercicios físicos para el pie

Los niveles elevados de glucosa en sangre pueden provocar una alteración en la circulación sanguínea de las extremidades inferiores, o bien pueden provocar la alteración de los nervios que llegan hasta esta zona, causando problemas motores en los pies. Por tal motivo, una de las estrategias para evitar estas situaciones, es el ejercicio físico en los pies. 

Actualmente, las personas diabéticas pueden realizar una secuencia de ejercicios que favorecen no solo la actividad muscular, sino que estimulan la circulación sanguínea y mejoran las condiciones de las articulaciones. A continuación se muestran algunos ejercicios recomendados por el especialista Ramón Martínez López (2000) y que deben realizarse al menos una vez al día. Inicialmente la persona puede realizar ejercicio con los pies en una posición sentada, flexionando y extendiendo el pie, haciendo círculos con el mismo y posteriormente moviendo los dedos, tratando de recoger cosas del suelo. 

Estos movimientos se recomienda realizarlos progresivamente, hasta alcanzar un número importante de repeticiones, tal y como se muestra en siguiente figura: 




Una vez que la persona domine estos ejercicios, puede consultar a una persona profesional en el área, para que le recomiende ejercicios más complejos pero que no comprometan la integridad de sus extremidades.

1.6 Recomendaciones del calzado

El calzado que utilizan las personas diabéticas es quizá uno de los aspectos de mayor relevancia, en cuanto al tema preventivo, ya que un calzado inadecuado puede provocar la aparición de lesiones rápidamente. Por esta razón en la siguiente figura se muestran algunas de las principales recomendaciones que se establecen en función del uso del calzado para esta población.



2. Recomendaciones en el uso de la cosmetología y herramientas

La cosmetología y herramientas utilizadas para realizar el acicalamiento de la pedicura de una persona que no es diabética, difiere de cierta manera con lo que se recomienda a una persona con diabetes. Por esta razón se presenta la siguiente tabla comparativa, en la cual se establecen las recomendaciones para cada uso de ésta y las herramientas que comúnmente son utilizadas.  






3. Responsabilidad



El Manual de técnicas participativas para la estimulación de las capacidades del ser en la Formación Profesional del INA (2012) define el término responsabilidad como:

“Capacidad para realizar el trabajo con un alto sentido del deber, evidenciando compromiso y asumiendo las consecuencias de los actos. Incluye puntualidad y ejecución oportuna de las actividades.”  p.5.


Después de haber leído y analizado esta definición piense: Si visitara una sala de Manicura Pedicura en calidad de persona cliente, qué tan importante es que la persona encargada de ofrecer el el servicio lo haga con responsabilidad. ¿Por qué? 

Conclusión


Hemos llegado al final de este recuso de aprendizaje. Recuerde: Quienes  realizan tareas con un alto grado de responsabilidad, por lo general no toman decisiones a la ligera, sino más bien lo hacen basándose en el  sentido de la razón, el conocimiento y el compromiso con las demás personas, asumiendo así las consecuencias de sus propios actos. Por esta razón, para laborar en el campo de la salud y en particular en el de la estética, se debe ejercer la profesión con total responsabilidad.